¡Cuéntame un cuadro!: febrero 2020

                                                          Retratos - Las tijeras
                                                         Cubismo y fauvismo
                                                           Picasso y Matisse

Cuenta la historia que en 1869 nació Henry Matisse, un niño francés que quería ser pintor e imitaba a su madre mientras pintaba piezas de porcelana.

Comenzó a estudiar derecho para ser abogado pero se puso malo con apendicitis y tenía que guardar cama y comenzó a pintar.

Doce años después en Málaga también nacía Pablo Picasso en 1881. Le gustaba dibujar igual que a su padre profesor de dibujo. Ël estudió Bellas artes en Barcelona y dio cuenta que viajar le inspiraba, así llegó a Francia y descubrió la vida bohemia de París, una manera de vivir sin reglas, al margen de la sociedad donde podía inventar una manera nueva de pintar.

Pero el arte no le daba dinero y cayó en una profunda melancolía que plasmó en sus cuadros de la época azul, veía la vida de manera pesimista, oscura triste...

Mientras, Henry Matisse, viajaba mucho a Marruecos, Argelia...Para él viajar era importante porque rompía con su rutina y regresaba con más seguridad a continuar su camino lleno de color al que llamaron Cubismo. Estaba en un momento de su vida en la que el sol brillaba, estaba muy animado, tenía éxito, se sentía creativo, vivo, feliz y una tarde paseando por Montmatre, conoce a muchos artistas entre ellos Picasso. Desde entonces Picasso se siente más optimista. Le empieza a ir bien, a ganar dinero y decide que la realidad no le interesa prefiere crear, inventar...Henry Matisse le enseña sus vivencias de los viajes y entre ellas una máscara africana. En ese momento Picasso descubre un nuevo lenguaje más primitivo, el Cubismo. Una forma de representar un objeto o una persona desde varios ángulos al mismo tiempo. Una pintura como formada por cubos. Se hace famoso con sus pinturas y esto le da más libertad para seguir investigando y formarse. Así sus cuadros van sufriendo una metamorfosis hasta que crea El Guernica en 1937, un cuadro enorme que utiliza para denunciar las injusticias de la Guerra Civil Española. Durante un tiempo ambos pintores intercambiaban sus obras, eran amigos que se inspiraban uno en el otro, se influían pero a la vez competían. Pasado el tiempo, Hery Matisse enfermó de cáncer y se quedó en una silla de ruedas. Tuvo que aprender a pintar de otra manera, sustituyó el lienzo y los pinceles por tijeras, papel y pegamento.

Comenzó a recortar formas en papel pintado y así las tijeras se convirtieron en un maravilloso instrumento que le iba a permitir pintar de nuevo. Sus ayudantes le preparaban el papel de vivos colores.

Picasso por su lado se dedicó a pintar cerámica con sus hijos en Francia. De vez en cuando se hacían visitas y cuando Matisse murió, Picasso siempre decía que le dejó en herencia sus odaliscas y una idea de Oriente aunque él no lo había visto nunca.